El edificio propuesto responde a la necesidad de un equipamiento de tipo hospitalario-geriátrico y ámbito comarcal que ofrezca la atención adecuada a los usuarios y pacientes en función de su estado de salud y grado de dependencia. Es por ello que el proyecto se organiza en tres zonas diferenciadas e independientes: el área hospitalaria, unidad de demencia y apartamentos tutelados.
Un núcleo central alberga los servicios comunes a las distintas áreas y unidades. Dada la existencia de desniveles de cota en la parcela, el edificio despliega una gran plataforma accesible desde la propia calle para los usuarios y visitantes, generando micro-topografías; quedando bajo ella una planta sótano destinada a instalaciones, almacenes y aparcamiento. La organización en distintos volúmenes, donde se quiere semejar a una pequeña población en si misma, permite simplificar la identificación de las zonas y unidades en las que se divide el proyecto de forma que sean fácilmente reconocibles por el usuario. El contraste de color entre las fachadas y la teja roja de las cubiertas- unido a la variación de pendientes y direcciones de las cubiertas- crea un juego de luces y sombras que convive con el paisaje autóctono.